Ellas son lo mejor de lo mejor, y de lo mejor lo superior. Las quiero más que a nada, porque a pesar de que no nos vemos todos los días, ni hablamos a todas horas, somos un grupo, en el cual el problema de una, es problema de todas. Y la alegría de una, es la fiesta de las demás. Son capaces de hacerme salir sonrisas en cualquier momento. Y cada minuto que paso junto a ellas, es algo digno de recordar.

Por esto y todo lo que nos queda, digo bien alto y claro, que quiero a mis Sorras, y que nunca tendré vida suficiente para poder agradecerles todo lo que hacen por mí.



OS QUIERO.

Ya no sé como escribirte. 

Pero, ¿sabes?
El hormigueo en el estómago, sigue siendo el mismo. Y la sonrisa que se dibuja en mi cara cuando te veo, tampoco ha cambiado. De tu mirada, desgraciadamente, no puedo decir lo mismo.
Es dificil explicarte lo mucho que han cambiado las cosas en mi vida en estos meses. Pero luego vienes, y todo se vuelve más fácil. Creo que había olvidado lo insignificante que se ve todo cuando estoy tumbada en la cama contigo. (Mentira, no lo había olvidado, lo echaba de menos, y no sabes cuanto.)
Y sigo sin saber como explicarte todo esto. Los recuerdos, los momentos, los enfados, mi orgullo, el miedo.
Y es que tú no tienes ni idea.
No puedes hacerte ni la menor idea de las veces que escribí tu nombre, ni de las veces que lo he tachado. Nada.
Tal vez pienses que, todo este tiempo, he seguido sin ti. Pero yo se que no es verdad. Una vez te dije que siempre serías importante para mi. Y te prometo que nunca dejarás de serlo.
No es algo que haga adrede, son las fechas, los lugares, las canciones, los olores, las palabras,... todo eso es lo que hace que te recuerde cuando menos los espero.
Y a veces, joder, a veces pasa tiempo sabes? mucho tiempo sin saber de ti, sin que nada me recuerde a ti.
Y es justo entonces, cuando apareces, y yo tiemblo. Porque sé lo que ba a pasar. Que una mirada, llevará a una sonrisa, y de una de tus sonrisas a un beso, no hay nada.
Y justo entonces, cuando creo que no se puede estar más feliz. Es cuando desapareces, y yo me hago la fuerte, esperando a ver si vuelvo a verte.
Soy una cabezona. Una cabezona irremediable a la que le da igual sentirse mal si va a joder al otro nada mas que por su cabezonería. No me gusto. No me gusto nada de nada. Digan lo que digan. No soy guapa. No tengo un cuerpo bonito. No tengo el mejor carácter del mundo, pero después de todo, ¿quién lo tiene realmente? Soy así, de mala persona, de idiota e imbécil y me seguiría quedando corta. Pero es que soy así, ¿no lo entendéis?
Me valgo por mí misma, y por mucho que quiera, me cuesta confiar en las personas. No me gusta nada de como soy. Y si soy de una manera, es dificil cambiar. Así que lo siento. Pero creo que ya he cambiado suficiente.