Extranjero en tu paladar.
Bomba nuclear en tus sueños.
Sacrificio de una tarde al sol con golosinas.
Me mirabas a los ojos,
me cogías de las manos.
Comparabas.
Me elegías.
Bomba nuclear en tus sueños.
Sacrificio de una tarde al sol con golosinas.
Me mirabas a los ojos,
me cogías de las manos.
Comparabas.
Me elegías.
Estornudos de indecisiones.
Pequeños insectos homicidas.
Dormías, escuchabas
guerra enmudecida
tan solo violada
por una noche malnacida
unas estrellas perdidas
y un sol escondido
del holocausto en soledades.
Pequeños insectos homicidas.
Dormías, escuchabas
guerra enmudecida
tan solo violada
por una noche malnacida
unas estrellas perdidas
y un sol escondido
del holocausto en soledades.
Y entonces te pregunto,
¿ahora la loca soy yo?
por arrancar la hierba del amable césped
donde tal vez se descanse eternamente,
por querer soñar despierta en lugar
de despertarme de un sueño.
Sí, estoy loca entonces,
y ahora sí que te echo de menos.
Claudia Undisc(L)osed